lunes, 17 de junio de 2013

Delirios y divagaciones desde la distancia


Fotografía: Ramón López



Desde la lejanía me replanteo las cosas de otra manera… las cosas que pasan en mi país. Desde la lejanía se ve todo como envuelto en una especie de halo de ensueño. Cuando acercas un poco el foco es como una pesadilla, tanto… que te cuesta creer… creer que esté ocurriendo de verdad.

Ya lo están consiguiendo, su objetivo (el objetivo de los de arriba, los malos, los chupópteros, los aniquiladores, los asesinos de masas): desmantelar el “estado de bienestar” en aras de un sistema salvaje del “sálvese quien pueda, sálvese el más pirata, sálvese el más canalla… sálvese y gloria por siempre al que no sufre de escrúpulos”. Lo han hecho con la educación, con la sanidad, con la investigación, las pensiones, el empleo, la cultura, la vivienda… la justicia… la economía… en fin… se lo han tragado todo, aún están masticando… aún están disfrutando el sustancioso banquete, rifándose los servicios públicos… en un tiempo record… 

Han dado un auténtico golpe de estado… los de siempre: los piratas, los sinvergüenzas, los canallas… los que no tienen escrúpulos ni padecen de fantasmas. Los nuestros, autóctonos de distintas especies: los más visibles, los que se esconden tras un monitor y los que nunca han dado ni darán la cara… los espabilados del “yo no vi nada, yo no sabía nada”,  los del “como Dios manda” y los de la virgen del Rocío (rediós, que panda de catetos). Pero también los que vienen de fuera marcando las pautas, llenando el bolsillo, escondidos en sus despachos… viviendo en una perversa burbuja… aniquiladores, truhanes, asesinos de masas.

La democracia ha pasado a la historia, que se lo digan a los griegos. Ahora es un término que lo justifica todo, que viene a maquillar la absoluta estulticia y desmedida ambición de que los que dirigen nuestro devenir; el tuyo y el mío. Democracia porque se supone que gobierna el pueblo, cuando al pueblo ni se le atiende, ni se le respeta, ni se le escucha. Bendita palabra que viene a justificarlo todo… Rouco Varela, ese ser diabólico, estará encantado…  Pero es que hay votantes por ahí muy cerriles, y muy obcecados.

Viendo cómo se están poniendo las cosas en España (y viendo cómo están en Grecia)… creo que nunca voy a poder volver… que incluso aún me tengo que ir más lejos.
Es lamentable… nos van a dejar un país de poltrona, a la justa medida de catetos, estultos, ganapanes, curillas y ladrones… en la profunda idiocia… 

Qué bochorno, virgen santísima… qué país…


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